Hoy te miré a los ojos, un día más...tú estabas ahí, pero no conmigo. Tú no me veías, solo escuchabas y entre quejidos me agarrabas la mano como si nada te atara a mi lado y yo apreté más intentando gritarte, haciéndote sentir entre lagrimas mi suplica por decimocuarta vez consecutiva; joder, no te vayas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario